La música asegura un proceso de vivencias donde se involucra lo sensorial, emocional, afectivo e intelectual, dado que en toda práctica artística se incluyen factores como la percepción el pensamiento y la acción corporal. En este ciclo el niño logrará incorporar gradualmente los códigos del Lenguaje y de la Producción musical, tanto grupal como individual en la modalidad organizativa de taller. La finalidad fundamental es “hacer música con otros” atendiendo a diversos aspectos como: escuchar, imitar, interpretar, producir, reproducir obras, que permiten vincular al niño con este lenguaje. La percepción, la audición, la expresión-producción y el lenguaje son los ejes que se desarrollaran en las propuestas artísticas vocacionales. El repertorio a abordar será diverso y considerará las preferencias de los cursantes. Se emplearán distintos instrumentos. Al finalizar este Ciclo los cursantes habrán experimentado sobre dos pilares fundamentales de la educación musical: la percepción y la expresión. Los procesos perceptivos y sus elementos son la base de la audición; pero tan importantes como éstos son los procesos expresivos (Montoro, 2004). Las actividades musicales de este ciclo deberán ser abiertas y flexibles, posibilitando el desarrollo de habilidades vinculadas a la técnica de interpretación instrumental y la experiencia de saber hacer música con otros. Propósitos ● Brindar un espacio institucional abierto para la exploración musical que promueva experiencias vinculadas con el hacer, el sentir y el pensar y el producir. ● Potenciar la expresión y la creatividad generando condiciones para el desarrollo de experiencias artísticas que enriquezcan el horizonte cultural de quienes participen de ellas. ● Iniciar el desarrollo de capacidades básicas para generar vivencias musicales significativas. ● Construir las representaciones sonoras partiendo de la diversificación de experiencias auditivas, explorando las posibilidades sonoras a través de la voz para acceder a la escritura y al código musical